jueves, 15 de enero de 2015

EL QUIJOTE: 4 SIGLOS DE LA PUBLICACIÓN DE LA 2º PARTE

Hace 4 siglos salió a la luz la 2ª parte de la que es considerada por la mayoría de la crítica como “la mejor obra literaria jamás escrita”. Nos referimos, naturalmente, a El Quijote. Apareció con un título distinto al de la primera parte: es decir, pasó de ser “El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha” a “El ingenioso Caballero Don Quijote de la Mancha”.
Es muy probable que sea, además, el libro del que más se ha escrito, el que más se ha estudiado, la obra literaria más conocida en todo el mundo, la más veces publicada y la más veces traducida, y, a partir de este año que empieza, todavía lo será mucho más.
Pero, ¿es realmente tan interesante, tan importante? Y, si es así, ¿por qué, por qué ese interés? ¿Dónde, en qué se justifica tanta importancia? ¿Cúales son las claves para apreciar tantas y tan buenas cualidades como parece que contiene? ¿Ciertamente significa tanto para la historia de arte, de la cultura española y universal? ¿Es, para resumir, tan bueno?
Aún asumiendo que uno haya leído el libro -cosa que nos consta que ha hecho mucha, muchísima menos gente de lo que podríamos pensar-, no es en absoluto fácil atreverse a responder convincentemente y con un mínimo de criterio a alguna, a una sola de estas preguntas.
En una distendida conversación sobre literatura en general dentro de una clase de Inglés, una joven auxiliar de conversación americana -una lectora, como se dice coloquialmente-, graduada en Filología Hispánica y Sicología y destinada este curso en una Facultad del campus universitario de nuestra ciudad lanzó semejantes preguntas al grupo de alumnos.
Tras unos segundos de silencio y desconcierto entre los alumnos, el profesor terció explicándole a la joven norteamericana que la importancia de El Quijote estaría más que sobradamente justificada con el hecho de que ese libro es con el que se da inicio a lo que hoy, y desde poco después de su publicación, se conoce y se entiende como “novela moderna”, sin duda el género literario más cultivado y de más éxito desde entonces, y sin cuya influencia probablemente no existiría la obra de ilustres novelistas como Herman Melville, Mark Twain, William Faulkner o Ernest Hemingway, por dar sólo nombres de autores norteamericanos confesamente devotos deudores del escritor alcalaíno.
Me consta que no terminó ahí aquella conversación, ni mucho menos, pero si os parece me guardo la continuación, como una segunda parte, para una próxima entrega de este Catalejo, que será acaso la del jueves que viene.
El Catalejo. Radio Chinchilla,
jueves, 15 de enero de 2015.

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